Pasamos un buen día. La ruta empezó en mítico bar Jota, pasamos por un nuevo bar de comida venezolana creativa llamado el ProBar,
luego nos tomamos un café en la Buhaira y terminamos de tés y cachimbas en la tetería de Federico Rubio entre partidas de Lobos de Castronegro y los movimientos de caderas de un espectáculo de danza del vientre que satisfizo a los más exigentes.
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