miércoles, 19 de junio de 2013

Cuando George A. Romero conoció a David Lynch y Ken Follet


Bueno, bueno.

Lo grandes maestros del género del cine y la literatura han marcado nuestros corazoncitos frikis y no hay más que ver las temáticas de las mesas de la sede en el día de ayer para darse cuenta.

El juego de rol audiovisual magníficamente dirigido por el Doctor Alban está profundamente basado en Twin Peaks. Vamos, que en realidad es el nombre que le ha dado al juego e incluso usa pequeños fragmentos de la serie (que habilidosamente muestra en la TV que se lleva a la sala) como elementos para la partida. Aquí David Lynch ha sido la musa.


Arya, Antarx, Derleth e Hidar, toman notas como posesos aprovechando la publi. Doc vigila que no se copien y sean buenos detectives al estilo del que interpretaba Kyle MacLachlan en la famosa serie de prinicipios de los 90.

En otra mesa, desplegando todos los fragmentos de un mapa modular, Letor dirigía sus huestes de zombies contra los Supervivientes que recorrían las alcantarillas del Fuerte Dhexter tratando de encontrar las salas de control que sellaran el lugar y dejaran a salvo el fuerte. Y es que George A. Romero y sus pelis de zombies nos han marcado a algunos durante años, y eso se nota (en nuestro gusto por comer sesos).

Attila enseña uno de los dados que tan mal rodaron ayer frente a sus ojos (su pj cayó dos veces), Danisam aprende a marchas forzadas a jugar con su químico el "cojomanteco", y Tiger hace la foto dejando descansar un segundo a Pachón, su universitario leñador.

Para completar la sala, en una tercera mesa se desarrollaba una partida de Un Mundo Sin Fin, inspirado en el bestseller de Ken Follet. Laeroth, MagoSlann y Goliath luchaban duramente para hacerse con Kingbridg y ganar los favores papales ultimando la torra más alta de la catedral.

En la imagen puede verse que esta mesa estaba bien nutrida de juegos. La Isla Prohibida y el Warcraft esperaban pacientes su turno.

Y como siempre, aluegodespué fuimos a refrescar nuestros secos gaznates con el placer que da el líquido que da la vida y quita las penas. Y es que, queridos amigos, cuando los españoles descubrieron América no tenían ni idea que la Fuente de la Eterna Juventud no estaba allí, sino aquí, en el lugar en el que partieron las tres carabelas. Más concretamente en la que a la postre se llamaría la Avenida de la Cruz del Campo.


Y Olé.



3 comentarios:

  1. Ea, ya nos ha adelantao el grupo primigenio en Twin Peaks.
    Pero nuestro grupo resolverá el misterio antes, yo ya me estoy empollando el diario de Laura Palmer. Chinchaos

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  2. Ole!...

    asun, no sabes lo que os espera...telita. Disfrutad de la noche

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