Meritxell Puyol, alias Manuela, estaba fregando los platos de su emplazamiento subterráneo situado en el nivel 3 del ala sur de la fuerza de defensa terrestre.
Miró la hora del reloj que estaba encima del fregadero, junto a una graciosa foto en la que la familia unida, mucho antes de la invasión Locust, saludaba a la cámara mientras el bueno de Marcus le pellizcaba graciosamente los pezones a Minnie Mouse. Entonces pensó que su maromo ya debería estar de vuelta de su misión.
En ese mismo momento, Marcus Ave Fénix, resoplaba tras la trinchera recargando a toda prisa su Housewiferus, recogida horas antes tras arrebatársela de las zarpas a un malvado Drone Mamone. No muy lejos de él, a pocos metros, su compañero metrosexual apodado La Lombriz Rubia, reconocido consumidor de botes de agua oxigenada y adicto a arrastrarse por el suelo de los bares, ahora practicaba su deporte favorito frente a la puerta que daría acceso a la última zona de la mina. Y miraba a sus compis haciendo el gusanito, rodeado de Locust por el Baseball. Vamos, seguramente fueran hinchas del Locustmotiv pues iban armados hasta los dientes y gastaban mala baba y costumbres feotas.
En la imagen La Lombriz Rubia practicando su deporte favorito.
El sargento Ave Fénix miró a su izquierda e hizo gestos a su segundo compañero, Hombredecolor, quien estaba usando unas pinzas para separar los colmillos clavados en su Copa del Mundial de Fútbol del último y temible Terrón de Azúcar que le había hecho frente. Aquel arma devastadora con forma de consolador había demostrado ser más letal en las distancias cortas hasta ese momento que una sobredosis de Axe en la despedida de soltera de Carmen de Mairena.
Marcus terminó de recargar y recordó como habían llegado a esa situación.
Su misión no parecía demasiado larga al principio: entrar, buscar el emplazamiento para colocar nosequé y luego si me querei jirse. Pero tras varias horas, aún faltaba la última parte. Quizás el escuadrón se había empeñado demasiado en dejar limpio de Locust el escenario cada vez. Cada Infame Chistopher Lambert, cada Drone Mamone o cada Terrón de Azúcar, era aniquilado a los pocos turnos de su nacimiento. Y claro, eso hacía que volvieran a salir por algún sitio más o menos cercano y otra vez a disparar (o meter con la Copa del Mundo).
Así que ahí se quedaron, a las puertas de la última parte. Con el rubio en el suelo, con el negro limpiando “su arma” preferida y con Marcus Ave Fénix, pensando en las cocretas de pollo de la Manuela.
Fotos para recordar la situación actual, para la continuación de la partida (antes del 2015, please):
El Rubiales acabao de levantar.
El Hombredecolor alzando su Copa del Mundo.
Resto de la zona
Zona alejada del escenario
Finalmente, el Hombredecolor (Tiger Storm), la Lombriz Rubia (Attila) y el Sargento Ave Fenix (Lector) se unieron a los invasores para hacer una coreografía en honor a la supremacía de las wapis. El documento gráfico que apoya esta afirmación:
Baile tipo backstreet boys...Backstreet back All Right!!
---------------------------------------------Hasta aquí, crónica escrita por Lector----------------------------------------------------------------
En la segunda mesa, parte de la representación Wapi (Astarté y Martichi) se enfrentó a dos de los integrantes más radicales del comando botellín (Sirkamus y Danisam). En una primera partida, Sirkamus se hizo con la victoria gracias a las malas artes del comando botellín que trapicheaba de mala manera con las materias primas más cotizadas (en este caso la madera y la arcilla). Wapi Reyes ya apuntaba maneras como criadora de ovejas profesional. Martichi se hizo con el título de "La Reina del Trigo y la Piedra", pero poco pudo hacer ante la falta de madera y arcilla.
Además, hubo una lucha interna entre los botellines por hacerse con el máximo número de caminitos posibles.
En la segunda partida, Reyes se hizo con un rebaño de ovejas que ni el superguapo Heat Ledger ( + Rest In Peace) en Brokeback Mountain. Esto le hizo abrir una multinacional textil, que luego se convirtió en el Emporio Wapinditex y por tanto se proclamó como digna vencedora.
Y Danisam se dedicó a lo suyo, vender frigorífcos en Sibera...
Esto ha sido todo amigos. Hasta la semana que viene ;)