TALES OF TWO SISTERS

Ninguna noche vaticina nada bueno cuando te diriges al coche en un aparcamiento solitario y te encuentras las ventanas empañadas de vaho. Al principio piensas que es invierno y es normal, pero luego, cuando inicias la marcha y constatas que la calefacción funciona a toda potencia y aun así las ventanas siguen sin perder su capa congelada, un frío que parece sobrenatural se apodera de ti mientras notas una sensación algo distinta a lo normal, escuchas voces lejanas y un escalofrío se apodera de tu piel…

Cuenta la leyenda que en las frías noches de invierno cuando te diriges desde Dos Hermanas a Montequinto, si en la rotonda del Mercadona reduces de tercera a segunda y tu cuentakilómetros indica una velocidad superior a 35 km/hora y en ese preciso instante miras por el retrovisor, en el asiento trasero verás sentada a una imagen difusa que no es otra que el autoestopista Falete. Desde ese momento un enorme maleficio se apodera de ti y tu camino de vuelta a casa se convierte en un auténtico infierno. El relato que estoy contando no es ficción, si no una muestra de la terrorífica realidad de los acontecimientos que me sucedieron la pasada noche. Ya antes, en la primera rotonda, la aparición de un Land Rover de la Guardia Civil me advirtió de la prudencia que debía de mostrar en mi camino de vuelta a casa. Pero no fue hasta después de la aparición momentánea del fantasmagórico autoestopista, que se empezaron a suceder los funestos acontecimientos. En un primer momento reconocí un vehículo familiar y aminoré la marcha. Su conductor, que no era ni más ni menos que el famoso Ghost “Peugeot 206” Rider nocturno de Dos Hermanas/Montequinto que me sorprendió con una conducción paralela en la que con una voz profunda me indicaba algo sobre los problemas de estar bizco en mitad de la noche y a continuación con una risa tenebrosa partió y desapareció entre las brumas de la noche. Dicho acontecimiento me dejó sumido en tal estado de estupor que mi pie se relajó y levanté el pie del acelerador. Fue en ese momento cuando la confusión me volvió a asaltar y me pareció ver otro coche familiar. Ante la imposibilidad de comprobar si era la persona que yo creía proseguí la marcha sin haber conseguido verla. Pronto mi curiosidad empezó a convertirse en intranquilidad cuando comprobé que nada más rebasar a dicho vehículo, éste, que se encontraba estacionado, reanudó la marcha y empezó a seguirme. Al principio mantuve una velocidad baja con la esperanza de que me adelantara y pudiera corroborar su identidad. Cuando pude percatarme que su intención era solo seguirme intenté acelerar para distanciarme pero fue imposible. Mi mente calenturienta empezó a recordar esas leyendas urbanas en las que una Latin Queen tó shunga empieza a perseguirte hasta que consigue echarte de la carretera. Fueron momentos muy tensos, hasta que ya una vez en la SE-30 pude despistarla. Noches como esta son difícilmente olvidables y solo os puedo recomendar que siempre que viajéis de noche en frías noches de invierno como ésta procuréis hacerlo acompañados…

Ring... ring...      ring... ring...      ring... ring...

- "¡Jopetas Marcus, coge de una puñetera vez el móvil que con tanto ruidito se va a enterar La Berseker donde estamos y nos va a dar pal pelo"  

- "Tranquilo tío - le respondió Marcus a la Lombriz rubia -, es que si lo piensas bien, no sé si prefiero morir despezado por ese bestia infernal a recibir un nuevo broncazo por parte de mi Meritxell. Bueno, mejor desconecto el móvil, pero me da que ésta noche cuando vuelva a casa me toca dormir en el sofá."

- "Bueno chicos - les interrumpió Hombredecolor - primero tenemos que encontrar ese arma tó potente para poder cargarnos a La Berseker y no olvidéis que el camino se encuentra plagado de infames y drones mamones."

Y así empezó al aventura de ayer con cuatro marines hechos y derechos, que perseguidos por un monstruo abominable huían a través de los pasillos de un subterráneo en busca del legendario Martillo de la Duquesa de Alba, perdón, del Alba a secas, sin duquesa.

Todos aprovecharon la misma oportunidad para usar una habilidad especial de seguir a un compañero cuando pasaba a su lado, ya que tenían a sus espaldas a La Berseker y cada vez sentían su aliento en la espalda (algunos más que otros y no quiero entrar en detalles sobre los abusos que pudo sufrir más de uno).

El equipo se encargó de ir despejando las zonas cuando era necesario mientras una inmensa prole de enemigos los perseguía. La Berseker andaba to loca y no solo repartía leches a los miembros de la CGO si no también a los bichos que se le ponían por delante.

Al final, cuando por fin consiguieron el arma letal la situación se encontraba bastante mal, ya que la mayor parte del equipo se encontraba rodeado por La Berseker. En ese momento surgió un heroe, el Hombredemenoscolor que empuñó el Martillo del Alba y lanzando un disparo fulminante abatió de un solo disparo a La Berseker con la mala suerte que en ese momento Hombredecolor se encontraba en un careo contra La Berseker y a puntito estaba de romperle la crisma con la copa del mundo cuando también sufrió los efectos colaterales del arma y también cayó abatido.

Sin embargo, como en este juego, si tus compis te dan una cartita, tu personaje revive y santas pascuas, tampoco se planteaba ningún problema que no tuviera solución. Aunque, ahora que caigo... alguien se encargó de reanimar a Hombredecolor??? Mierda, lo hemos dejado atrás de nuevo...

Y como los marines fueron muy eficientes y se cargaron a todos los Locust les quedó tiempo suficiente para echarse una partidita de 7 wonders en el cuartel, sobre todo porque sabían que Marcus iba a sufrir la ira de Meritxell cuando volviera a casa y querían que se divirtiera un rato.

La partida de 7 wonders fue entretenida, como siempre. Por mi parte la verdad es que nunca sabe uno a que estrategia ceñirse: acumular riqueza, elegir cartas de puntos de victorias o de guerra, o como pasó en mi caso, me dí cuenta que al principio hay que elegir bien los recursos, que si no en eras futuras se sufren después las consecuencias.

Todos los participantes dieron la talla, pero entre ellos destacó Sirkamus que consiguió encumbrarse con la victoria aunque hizo falta un segundo recuento. Y digo desde aquí que no hubo trampas, que con lo bien que había jugado me extrañaba la primera puntuación suya que había dicho en voz alta (este último lo digo para neutralizar cualquier posible comentario wapi o no wapi que pueda surgir contra su persona).

Y nada, así fue nuestra tarde.

Tras esta magnífica crónica de Tigretón, os adjunto foto de la mesa.

De izquierda a derecha, el Locust de la Colina, el pájaro Locust, el Locust del chándal, Juana la Locust y Bolsa de Zara.

Ah nooo! que los Locust eran los otros...

En la mesa wapi, Némesis, Umrae, Tati, Astarte y Martichi se subieron al Orient Express en París para hacer un viaje to flama hasta Estambul. Después de ahorrar durante años consiguieron comprarse el pasaje y la vida les recompensó con un fabuloso misterio. No vamos a desvelar aquí en qué consistió, que los misterios son los que son y no queremos chafar una posible partida a nadie. 

Disfrutamos mucho el viaje, la campiña francesa preciosa, las praderas alemanas más aun, qué decir de Austria (Salzburgo, Linz y Viena)...vamos, el trayecto completo fue inolvidable.

La inteligencia suprema de algunas wapis, la vista de lince de otras y los +3 a la inteligencia de las gafas de Tati y Martichi hicieron que antes de llegar a Estambul, este grupo de intrépidas viajera diera con la solución del misterio.

De izquierda a derecha, Sherlock Holmes, Hércules Poirot, Miss Marple, el Inspector Gadget y el Inspector Clouseau.

Elucubraciones martichiles sobre la disposición de la mesa. Atención al papel super wapi del que nos aprovisionó Umrae:

BLOG PATROCINADO POR ZARA Y PEDRO DEL HIERRO