Era una primaveral tarde de finales de marzo. Martichi estaba aburrida en casa cuando de repente se acordó de esa bonita avioneta a la que cariñosamente llamaba la Wapilove♥ ¡Cuanto tiempo hacía desde la última vez que la había pilotado! Aquella vez había perdido a varios compañeros pilotos que no se sabe cómo, habían desaparecido del mapa (y eso que ella creía en la teoría de Cristobal Colón, de que el mundo era esférico...pero no, las malas lenguas decían ahora que el mundo era un mantel cuadrado). Recordó a Attilina saliendo del mapa y a Wapi Némesis. A los malos no los recordó, a esos, que les dieran por ahí.
En ello estaba, absorta en sus pensamientos, cuando despegó y empezó a hacer al wapilove coger altura. De repente, una mole inmensa en forma de zepelín vibrador apareció ante sus ojos. Martichi se cagó por las patas abajo y empezó a disparar y a huir a la misma vez. Le hizo bastante daño pero tuvo la mala suerte encontrarse en su huida con el avión enemigo LJ de LetorJarti, que la frió a disparos y la derribó después de haber chocado con el zeppelin vibrador.
Pero Martichi renació de sus cenizas y emprendió nuevamente el vuelo, cual Juan Salvador Gaviola sobrevolando las playas, en busca de venganza. Cuando volvió a ascender a base de immelmans se encontró que en el cielo había aún más aviones de los que pensaban, que se estaban dando pal pelo entre ellos y al zeppelín. El avión Danisam alias el Tumbao, disparaba por delante y por detrás, pero también fue derribado por los enemigos.Como por arte de magia, apareció también en escena el avión de Wapi Némesis (la teoría de Cristobal Colón se afianzaba como la correcta), el que no apareció fué el avión de Attilina. Martichi y Némesis se lanzaron unos besos como saludo antes de disararse un rato mutuamente. El avión Botellín Sirkamus la emprendió a disparos contra el zeppelín, y entre él y Martichi consiguieron dejar al zeppelín casi tieso para que fuera rematado por el Tramposavión de Mago Slann, que se hizo con la victoria utilizando sus malas artes.
Tras los aterrizajes, los pilotos se fueron al bar y se pidieron una cerves y unos espárragos. Y hasta allí se acercaron Teniente Dupont y Wapi Umrae ;)
Qué placer da derribar aviones. No has mencionado la suerte potrera salchichera del avión botellín de Sirkamamonus que en todo el tocho de cartas de impactos tenías más ceros de los que recuerdo en mis años mozos cuando me examinaba de Lengua Española.
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