jueves, 4 de agosto de 2016

Tu lo que quiere que me coma el tigre...

El Carpintero Alf, la Exploradora Dora Umrae, el Cocinero Letor y la Soldada Martichi se habían comprado en viajes El Corte Inglés (antes del brexit) un crucerito con encanto por el mar del norte, por la parte inglesa. El mal tiempo y los borrachines les tiraban mucho mas que los mulatos y el ron de las Antillas, así eran ellos.
Se las prometían muy felices pero el barco resultó ser Costa Concordia y a la primera tormentilla naufragó, recalando los cuatro en una isla desierta pero repleta de fieras.
El instinto de supervivencia de los cuatro era grande, e hicieron piña y juntos construyeron un refugio (con su techadito que les costó un poquito), su empalizada contra bestias (que se fué rompiendo poco a poco) y lograron construir una pila de madera para quemar cuando apareciera algún barco en el horizonte. 
Se jartaron de pan bimbo y plátanos, hasta que aparecieron dos bichos que Martichi la soldada pudo cazar. El primero cayó enterito. El segundo, el clásico tigre británico que se había escapado de un circo, fue rechazado por algunos comensales, cosa que no fue nada bien aceptada por Martichi, que había sufrido desgarradoras heridas en su enfrentamiento con el felino mientras entonaba la famosa canción de Lola Flores. Pero Martichi pensó que la culpa del rechazo la tenía Letor, que lo había cocinado al estilo nouvelle cuisine y ellos no estaban acostumbrados a eso.

Cuando la comida empezó a escasear se desmoralizaron bastante. Ya hasta les parecía ver visiones...se les apareció un trio fantasma encabezado por una chica de vocecilla de pito y gangosa preguntando por unas nintendo, pero rápidamente Umrae la exploradora reaccionó dando ánimo al equipo. Así, consiguieron aguantar las tempestades y el hambre hasta que apareció un barco a lo lejos. Cuando lo vieron aparecer (tipo escena de Los Goonies) se emocionaron y  dieron saltos de alegría, quemaron la pila de madera que habían construido y fueron rescatados.

El barco rescatador los llevó a Dos Hermanas, al Pasaje Los del Rio, donde se tomaron unas cervecitas y unas papas con otro grupo que no había salido victorioso de su partida, formado por Astarte, Princi y Attila. Después descubrieron un bareto en patio que les gustó mucho y se tomaron unas tapitas.

FIN